PARÍS (AFP) - El poeta martiniqués Aimé Césaire, considerado el padre de 'la negritud', falleció este jueves a los 94 años de edad en Fort de France (Martinica), en el centro donde se encontraba hospitalizado desde el 9 de abril, informaron fuentes gubernamentales.
Escribía así:
CADÁVER DE UN FRENESÍ
el recuerdo de un camino que sube mucho a la sombra de los bambúes di guarapo que vuelve a inventarse siempre y el olor de los ciruelos de España se dejaron olvidadas las enaguas del mar los tiempos de la infancia el parasol de los coccolobis al llegar a la curva me vuelvo y miro por encima del hombro de mi pasado lleno del ruido mágico en el momento preciso siempre incomprensible y angustioso del fruto del árbol del pan que cae rodando hasta el barranco en donde nadie lo encuentra la catástrofe se ha hecho un trono instalándolo demasiado alto del delirio de la ciudad destruida es mi vida incendiada Dolor tú perderás él hábito que se grita: que he soñado con el rostro torcido boca amarga he soñado con todos los vicios de mi sangre y los fantasmas rondaron cada uno de mis gestos en el escote de la suerte no importa es debilidad vela corazón mío único prisionero que inexplicablemente sobrevive en su celda a la evidencia del destino feroz taciturno muy al fondo lámpara encendida por su terrible herida
A la revista 'Caminar Conociendo', nº 9, se le han ido agregando escritos. Si desea ojear el número de ella retroceda hasta encontrar el índice, el staf o los titulares de la misma.
jueves, 17 de abril de 2008
martes, 8 de abril de 2008
Jean-Joseph Rabearivelo: Viejas canciones de Imérina
Jean-Joseph Rabearivelo
Viejas canciones de Imérina
Traducción de Rogelio Martínez Furé
-¿Quién está allí, al norte del hogar?
-Yo. La-que-tiene-un-rostro-de-oro.
-¿Quién está allí, al oeste del hogar?
-Yo. La fina-y-del-cabello-crespo
que ahuyenta el remordimiento.
-Sus dos manos están llenas de naranjas; yo le pediría bien,
pero me da vergüenza con ella. ¡No obstante, si le hiciera
demasiado caso a mi vergüenza, la boca se me haría agua!
-¡Quien le haga demasiado caso a su vergüenza nada tendrá;
quien a sus responsabilidades tema no conseguirá lo deseado!
Vieilles chansons des pays d'Imérina
Viejas canciones de Imérina
Traducción de Rogelio Martínez Furé
-¿Quién está allí, al norte del hogar?
-Yo. La-que-tiene-un-rostro-de-oro.
-¿Quién está allí, al oeste del hogar?
-Yo. La fina-y-del-cabello-crespo
que ahuyenta el remordimiento.
-Sus dos manos están llenas de naranjas; yo le pediría bien,
pero me da vergüenza con ella. ¡No obstante, si le hiciera
demasiado caso a mi vergüenza, la boca se me haría agua!
-¡Quien le haga demasiado caso a su vergüenza nada tendrá;
quien a sus responsabilidades tema no conseguirá lo deseado!
Vieilles chansons des pays d'Imérina
Etiquetas:
Jean-Joseph Rabearivelo,
Literatura africana,
Negritud,
poema
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