martes, 19 de febrero de 2008

Cavafis

Cavafis


Si vas a emprender el viaje hacia Itaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni a fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante tí los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.

Itaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Itaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Itacas.



jueves, 7 de febrero de 2008

Nkan Ntane: 'A mi madre'

A mi madre



Como un pez caído en charca cenagosa
peligrosamente nadando
en la amenaza
lejos de su océano.
Aquí estoy, oh madre mía
con mi ropaje de congojas
de enojos y esperanzas.
Mi cabello, en un baluarte,
antes que el tuyo,
ha blanqueado
¡Cuán doloroso es oh madre
saber que así he ido envejeciendo y no verme!
Una noche, sentada cerca del hogar,
te veo pensando en tu hijo
roto
desorientado
detenido
acorralado
acosado
y en tus nietos detrás de su madre
heroicamente batallando
por nosotros.
Antaño, yo tenía 20 años, ¿no es verdad?
Y hoy,
háblame, respóndeme,
¿Soy acaso tu vergüenza? ¿El techo miserable de tu casa abandonada?
¿Acaso soy tu humillación?
¿Tu silla rota que deslava la tormenta y quema el ecuador?
¿Soy tu remordimiento? ¿Tu espejo roto?
¿O tu hijo de siempre?
Cuando, cada jornada, a la aurora
despunta el sol
creo descifrar en tu cara roja tu mensaje
para todas las naciones de la tierra:
"Si allá muere mi hijo,
muere por mi;
si allá muere mi hijo
muere por su madre Patria".



Nkan Ntane

(Chants de la Patrie)