jueves, 12 de abril de 2007

Reseñas del 'Sectario' y sus amigos: 'DESDE MI CELDA'

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DESDE MI CELDA

Todo el mundo sabe que el poeta, el gran poeta, G. A. Bécquer, escribió una serie de cartas, desde el Monasterio de Veruela en Burgos, rotuladas “Desde mi celda” en 1864. El Secta­rio también lo sabe. De modo que, novedad lo que se dice novedad, este libro no es. Pero que se reedite con una introducción de la profesora Mª Paz Díez-Taboada, amiga del Sectario y co­laboradora de “Caminar conociendo”, eso si que es novedad.

La editorial Espasa Calpe pone en la portada “Nueva edición. Lectura recomendada”. Y dejando aparte el reclamo publici­tario, efectivamente es nueva: del 2.000; y, sí, puede recomendarse muy merecida­mente, sobre otras ediciones de Bécquer, por el excelente estudio de la amiga del servidor que es­cribe estas reseñas; estudio que contiene un perfil biográfico haciendo hincapié en la pe­renne juventud del poeta romántico y su trabajo como periodista; esto le permite adentrarse en la unidad y variedad de sus cartas, en los rasgos costumbrista...

Ya acercándose al final la profe­sora incluye un apéndice: cuadro cronológico, documentación complementaria donde se re­coge el juicio de diversos autores sobre Bécquer y terminando con un taller de lectura carta por carta. Volver a leer a un clásico siempre es recomendable. Leer estas cartas es, además, do­blemente enriquecedor.

DE LAS PAGINAS 45, 46, y 47 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚERO 9

Reseñas del 'Sectario' y sus amigos: 'Casi sueños' y ''Traducido de la noche'

CASI SUEÑOS. TRADUCIDO DE LA NOCHE

Recuerda el Sectario que en 1947 Rabemananjara, poeta malgache, escribió desde la pri­sión, donde estaba condenado a muerte, sin duda pensando en él y en otros, como él, que espera­ban en capilla:

“Las estrellas mueren sin un suspiro.
¡Qué mano elevada al horizonte
llevará a los labios de los héroes
la roja ofrenda de la Aurora!”

Tenía mucha razón para es­tar preocupado: el ejercito colonial francés segaba, sin misericordia, las tiernas gavillas de la in­surrección malgache: cerca de 100.000 murieron en una de las más sangrientas represiones que haya visto la historia contemporánea; el Sectario ha dicho una, no la mayor. El poeta, que luego salvó la vida de milagro, era jovencísimo, tierno, como una cualquiera de aquellas gavi­llas que fueron segadas.
El Sectario es muy sensible -supone que a otros les pasará igual- a las muertes de los valien­tes y humildes cuyo único delito es rebelarse contra la opresión de los colosos. Y sigue pen­sando como Gorki: la locura de los valientes es la única sabiduría. Pero hay también otras muer­tes que le estremecen; por ejemplo: el suicidio de otro poeta malgache que ya adivinara o intuyera las gavillas: Rabearivelo.
Diez años antes de que Rabemananjara escribiera esos versos citados más arriba, Rabeari­velo se daba muerte, ya que nada tenía que hacer en este mundo, en esta vida que “se nos mues­tra demasiado rebelde...” por lo que sólo le quedaba tenderse “bajo la hierba echar una mi­rada tierna sobre aquello que algún día formará gavillas...” Y tomando 10 gramos de clo­ruro potásico, envía un beso a los libros de Baudelaire... mira el retrato de su familia: “... mis úl­timos pensamientos, son para vosotros.” “Ingiero un poco de azúcar. Me ahogo. Voy a tum­barme”
Este relato de su muerte, sacado de una página del diario inédito titulado “Cuadernos azules”, puede leerlo el Sectario porque la editorial Hiperión ha publicado, por primera en castellano, los dos poemarios más famosos del poeta malgache, “Traducido de la noche” y “Casi sue­ños” y lo incluye al final. Es de agradecer que una editorial publique voces, gritos de timbre ajeno al soberbio mundo occidental, glorioso y siniestro mundo occidental, no se olviden los 100.000 muertos, esos tiernos manojos ensangrentados, a los que nadie acercó, entonces, “la roja ofrenda de la Aurora”. Quizá algún día alguna de estas editoriales con sensibilidad traduz­can la obra de Aimé Cesaire “Cuaderno de retorno al país natal”: algunos lo agradecería­mos. El Sectario agradece a su editor el poeta Munárriz el envío del libro; libro mag­nífico, en edición bilingüe con traducción, introducción y notas de Juan Abeleira.

El Secta­rio conoce poco el francés por lo que nada puede decir de la traducción; mas... si tiene que poner alguna pega, sería esta: que en la bibliografía sobre Rabearivelo no se recoge la anto­logía titulada “Diwan Africano” del cubano Rogelio Martínez Fure, editorial Arte y Lite­ratura, 1988. Este olvido (o desconocimiento) puede corregirse en una segunda edición, si la hay.

DE LAS PAGINAS 45, 46, y 47 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 9

Reseñas del 'Sectario' y sus amigos: 'ANTOLOGÍA POÉTICA'

“Caminar conociendo” empezó sus reseñas declarando que, principal y casi exclusivamente, las haría de libros escritos por amigos; o de aquellos que, no siendo amigos, la tomaran en serio y se los enviaran. Era un punto de vista radicalmente subjetivo, sectarísimo. Pero ahora, este que escribe, El Sectario, ha tomado por suyo ese punto de vista, recordando que ya Pepe Bergamín –quizás el mayor escritor español contemporáneo- lo justificó diciendo que él no podía ser objetivo porque no era objeto... pues eso.El Sectario anuncia que las reseñas serán –ya lo siente- algo cortas porque no tiene tiempo en detenerse en detalles que, por otra parte, no serían importantes mas que para él.

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ANTOLOGÍA POÉTICA

La “Antología poética” de Eduardo Gómez le vino al Sectario acompañando a la “Noche en Teherán” de la poetisa iraní Forugh Farrojzad, primer libro publicado en España de esta es­critora y que el Sectario le había pedido a la editora Amelia Romero de editorial El Bardo; lo hizo con alegría para tener el libro de una escritora a la que “Caminar Cono­ciendo” se había adelantado tres años en darla a conocer al público lector. Y no sabe él por qué, pero con “Noche en Teherán” vino el de Eduardo Gómez al que, tal vez, le tenga queren­cia la editora. Lo cierto es que lo leyó y quedó muy agradecido ante una poética dura como el mundo, sin florituras y que por estos lares, el sectarísimo reseñador, no la ha leído últi­mamente, excepción hecha de David González y Karmelo Iribarren, pero en otro estilo. La antología recoge textos de los seis libros que anteriormente ha publicado. El Sectario no va a dárselas de descubrir, quizás la luna, a los lectores; es decir, de descubrir a este poeta colom­biano, porque... ¿quién sabe si ya lo han dado a conocer?; él no lo sabe; pero, si lo ha des­cubierto para él...
Le gusta su “depurado y acerado lenguaje”, “el engranaje de patetismo e ironía”... supone que ante un país, como el suyo, Colombia “agotado por el caos, la corrup­ción y la violencia”. El Sectario está seguro que aquí no hay ese caos, está todo ordenado, y bien ordenado, para que nos vayamos muriendo lentamente... de asco. Por lo que piensa, y lo dice, para terminar: que está de acuerdo con el poeta en eso de que
“de palomas en fuga y mar­chitos sueños
está hecha la sustancia del habitante de las calles”.
Está dicho.

DE LAS PAGINAS 45, 46, y 47 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 9

Reseñas del 'Sectario' y sus amigos: 'La mirada y las támaras'

“Caminar conociendo” empezó sus reseñas declarando que, principal y casi exclusivamente, las haría de libros escritos por amigos; o de aquellos que, no siendo amigos, la tomaran en serio y se los enviaran. Era un punto de vista radicalmente subjetivo, sectarísimo. Pero, ahora, este que escribe, El Sectario, ha tomado por suyo ese punto de vista, recordando que ya Pepe Bergamín –quizás el mayor escritor español contemporáneo- lo justificó diciendo que él no podía ser objetivo porque no era objeto... pues eso.

El Sectario anuncia que las reseñas serán –ya lo siente- algo cortas porque no tiene tiempo en detenerse en detalles que, por otra parte, no serían importantes mas que para él.

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LA MIRADA Y LAS TÁMARAS

Un día, estando el Sectario en la biblioteca, Urbano Blanco Cea “Tito” –navero que escribe muy bien- le presentó, en verano, a un joven rubio nacido en Canarias; se llamaba Alejandro Krawietz. Estuvo un rato hablando con él. Le pareció un tipo muy interesante. Dijo escribir habitualmente en revistas literarias. Y, para demostrarlo, de un estante de la biblioteca, Pú­blica Municipal por cierto, cogió varios números de la revista Quimera y le mostró tres artículos de él: uno referente al poeta Ángel Crespo; otro sobre el poeta canario Sánchez Robayna -que el Secta­rio confundió con un nicaragüense- y un tercero acerca del escritor brasileño Guima­raes Rosa, del que, el Sectario, había leído hace bastante tiempo una larga entrevista que le hizo Konrad Lorenz. Al día siguiente el Sr. Krawietz le llevó un librito “La mirada y las táma­ras” escrito por él mismo. Reconoce este sectarísimo reseñador que tuvo que consultar al diccionario para averiguar qué era eso de “las támaras”. Cuando leyó que eran racimos de dáti­les, no le extrañó en absoluto. Abierto el libro comenzó a leerlo y se inundó de luz y de ca­lor, de dátiles de su infancia, de miradas al “agua clara de los aljibes”, a “los platanales incen­diados” “bajo los palios de las támaras”... Decimos de “su infancia” porque sintió la luz que emitía el libro de la infancia, el calor que abrasaba sus pies primeros, y se vio “aupado a las falúas”, o “huir del sol asfixiante” para refugiarse “bajo los tarajales”... Aunque, evidente­mente, era la vida de Alejandro Krawietz y no la suya, que él no había estado nunca en Canarias; mas era tal la maestría con que estaba escrito que se sintió secuestrado y trasla­dado al borde del mar y del Teide “cadáver arrasado de rocas, simas, rajas”. Un libro, sin duda, que dará otros racimos tan incendiados como estos poemas. Escritos en prosa pero poe­mas clarísimos; tendría que decir que le suenan un poco americanos, quizá a Neruda... pero esto no se lo preguntó; aunque sabe que Canarias es un poco latinoamericana.

A este servidor le parece que hay que decir, y lo dice, que no es un libro reciente sino de 1996; que está editado en Tenerife por PARADISO / EDICIONES. Y que no tiene tiempo para poner el por qué... pero cree que está ante un gran poeta... si sigue escribiendo, claro.

DE LAS PAGINAS 45, 46, y 47 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO' NUMERO 9

Reseñas del 'Sectario' y sus amigos: 'El Negro'

“Caminar conociendo” empezó sus reseñas declarando que, principal y casi exclusivamente, las haría de libros escritos por amigos; o de aquellos que, no siendo amigos, la tomaran en serio y se los enviaran. Era un punto de vista radicalmente subjetivo, sectarísimo. Pero, ahora, este que escribe, El Sectario, ha tomado por suyo ese punto de vista, recordando que ya Pepe Bergamín –quizás el mayor escritor español contemporáneo- lo justificó diciendo que él no podía ser objetivo porque no era objeto... pues eso.

El Sectario anuncia que las reseñas serán –ya lo siente- algo cortas porque no tiene tiempo en detenerse en detalles que, por otra parte, no serían importantes mas que para él.

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EL NEGRO


El Ateneo Obrero de Gijón ha publicado hace poco “EL Negro”, primera novela de la “Tetralo­gía de Gijón” que tendrá por escenario a la villa asturiana. Sexto relato de la colec­ción “Zigurat” que dirige el poeta David González y por cuya sugerencia le fue enviado al Sec­tario por el director del ateneo D. Luis Pascual; y relato doble o triplemente negro, o más: por su tema, por su trama, por la postura de los personajes, por la portada, por las ilustracio­nes...

El protagonista de la novela trabaja de negro para el hijo del editor Hueco –nom­bre muy gráfico- y relata en primera persona sus problemas en Gijón pero remitiéndose con­tinuamente a su vida de joven en Canarias, franquista y soplón. Todo lo cual permite al au­tor, Jesús R. Castellano, denunciar la explotación de estos escritores condenados a dar lus­tre a las botas de unos personajes inútiles pero pertenecientes a un estado o clase superior; y, tam­bién, de paso exponer, con cruel desnudez, la servidumbre a que estos ‘negros’ se ven aboca­dos hacia esos editores sin escrúpulos, sinvergüenzas que lo único que quieren es vender más y más ejemplares, aunque no sean mas que basura. Trama alucinante (quizás por el exce­sivo número de ‘rayas’ de coca que se mete el ‘negro’ entre pecho y espalda) y que, cómo no, acaba con un asesinato; personajes marginales, miserables, ajenos a esa “ESPAÑAVABIEN” pue­blan el relato. Que ustedes lo disfruten.


DE LAS PAGINAS 45, 46, y 47 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', ´NÚMERO 9

viernes, 30 de marzo de 2007

14 de Abril: ¡Viva la Repúblika!


Manifestación en Madrid
contra la Monarquía y su Constitución

– 14 de Abril de 2007 --
Manifestación de Cibeles a Sol

A las seis de la tarde
España, mañana, será republikana

lunes, 12 de marzo de 2007

Un ciego con una pistola


'... y por último

pensé

que toda violencia

desorganizada

es como un ciego

con una pistola.'



Chester Himes

(de 'Un ciego con una pistola')