Cambió de dirección,
giró en redondo.
En la blanca llanura
un punto negro
agrandaba el volumen
como bola de nieve
que, desde la cima del monte,
cae a velocidad vertiginosa,
con tal inercia
que el cerebro
le paralizó
como la muerte.
Cambió de dirección,
como la muerte.
Cambió de dirección,
giró en redondo
en el preciso instante
en que deshizo
en el preciso instante
en que deshizo
el punto
su consistencia,
su consistencia,
su sustancia,
en un millón
en un millón
de carcajadas
que a su cerebro
que a su cerebro
reventó.
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