A mi madre
Como un pez caído en charca cenagosa
peligrosamente nadando
en la amenaza
lejos de su océano.
Aquí estoy, oh madre mía
con mi ropaje de congojas
de enojos y esperanzas.
Mi cabello, en un baluarte,
antes que el tuyo,
ha blanqueado
¡Cuán doloroso es oh madre
saber que así he ido envejeciendo y no verme!
Una noche, sentada cerca del hogar,
te veo pensando en tu hijo
roto
desorientado
detenido
acorralado
acosado
y en tus nietos detrás de su madre
heroicamente batallando
por nosotros.
Antaño, yo tenía 20 años, ¿no es verdad?
Y hoy,
háblame, respóndeme,
¿Soy acaso tu vergüenza? ¿El techo miserable de tu casa abandonada?
¿Acaso soy tu humillación?
¿Tu silla rota que deslava la tormenta y quema el ecuador?
¿Soy tu remordimiento? ¿Tu espejo roto?
¿O tu hijo de siempre?
Cuando, cada jornada, a la aurora
despunta el sol
creo descifrar en tu cara roja tu mensaje
para todas las naciones de la tierra:
"Si allá muere mi hijo,
muere por mi;
si allá muere mi hijo
muere por su madre Patria".
Nkan Ntane
(Chants de la Patrie)
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