Mostrando entradas con la etiqueta Poesía. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Poesía. Mostrar todas las entradas

jueves, 27 de mayo de 2010

Omar Khayyam: Abandonar Toda Religión (*)

¿?¿?¿?

Colmado de gozo camino sorbiendo la bebida embriagadora. Así soy yo.

Mi verdadera fe consiste en abandonar toda creencia e irme de la religión.

Pregunté, curioso, a la novia de todos los tiempos: —¿Cuál será tu dote?

Y la novia de los tiempos me contestó: —¡Mi dote es esta víscera triunfal,

en todo su alborozo, en todo su fausto, en todo su aureolado esplendor!

Pues ven, le dije, hagamos unos hijos guerrilleros que quiebren el Capital.

-

(*) Versión sacrílega de una rubayata de Omar Khayyam

¿?¿?¿?


lunes, 24 de mayo de 2010

Omar Khayyam: A dormir la mona (*)

.

Bebe, amigo, mientras aún haya tiempo, el brebaje embriagador. 


Marcharás, después, a dormir la mona profundamente bajo tierra.


Allí no tendrás confidente, amigo, no tendrás, ¡ni amante, ni nada!


¡Sé discreto! Y no divulgues este secreto: una vez marchitada, 


no reabrirá la flor sus hermosos pétalos, ¡nunca, nunca jamás!


Belleza, frescura y, esplendor ¡estarán perdidos para siempre!

.

(*) Versión libérrima

.



viernes, 21 de mayo de 2010

Omar Khayyam: Rumores y más rumores (*)

.
Desde tiempos remotos dicen y repiten que allá, en la promiscuidad del Paraíso,


hay de sobra para todo el mundo magníficas mujeres excitantes, y de añadidura


vino, mucho queso, mucha miel, y otras numerosas delicias al alcance de todos...


Si admitimos la base de todos esos rumores, ¿quién osará criticarme porque


yo he adorado una sola copa de vino, y una sola mujer, la bien amada, la mía?


¿Quién se encarará conmigo porque haya revelado las contradicciones sociales?

__________
(*) No se engañen el titulo de esta versión libre es nuestro
.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Omar Khayyam: Muerte y Vino (*)

.
Cuando me borre la Muerte y se endurezca el puñado de mis días, 
he de llamaros, amigos míos, para ser conducido a la sepultura.


En polvo convertido, modelaréis un ánfora que llenaréis de vino.
Acaso... quizás... tal vez entonces, me veréis resucitar alegremente.

__________
(*) Título nuestro
(1) Versión Libérrima

lunes, 3 de mayo de 2010

José Mario Branco (*): Alerta

 .

Canción revolucionaria portuguesa, compuesta e interpretada por José Mario Branco, miembro de la UDP y de los Grupos de Acción Cultural, dirigidos por el Partido Comunista Portugués (Reconstruido), tras el 25 de abril de 1974 en que cayó la dictadura salazarista.
.

Pelo PAO que ihes rouba a burguesia
Que os explora nos campos e nas fabricás
Operarios, camponeses, hao de un dia
Arrebatar o pode a burguesia
Abaixo a exploraçao!
Pelo pao de cada dia!
Pois claro!

Estribillo:


Pelo pao e pela paz
e pela nossa terra
pela independencia
 Alerta! Alerta!
as armas! as armas!
Alerta !!

Só teremos a PAZ definitiva
quando acabar a exploraçao capitalista
Camarada soldado e marinheiro
Lutemos juntos pela PAZ no mundo interiro
Soldados ao lado do Povo!
Pela Paz num mundo novo!

Estribillo:


Pelo pao e pela paz
e pela nossa terra
pela independencia
 Alerta! Alerta!
as armas! as armas!
Alerta !!

Pela TERRA que que lhes rouba esa canalla
pos monopólios e grandes proprietários
Camponeses, lutam p'la Reforma Agrária
p'ra dar a TERRA áqueles que a trabalha
Reforma Agrária faremos!
A terra a quem a trabalha
Pois claro!

Estribillo:


Pelo pao e pela paz
e pela nossa terra
pela independencia
 Alerta! Alerta!
as armas! as armas!
Alerta !!

Pela  INDEPENDENCIA NACIONAL
contra o dominio as grandes poténcias
Fora imperialismo internacional
que tem nas maos metade de Portugal
Abaixo o imperialismo!
Independéncia Nacional!
Pois claro!

Estribillo:


Pelo pao e pela paz
e pela nossa terra
pela independencia
 Alerta! Alerta!
as armas! as armas!
Alerta !!

Nao há povo que tenha LIBERDADE
enquanto houver na sua terra exploraçao
LIBERDADE nao se dá, só se conquista
Nao há reforma burguesa que resista
Democracia Popular!
E Dictadura Proletária!
Pois claro!

(Canción, traducción y texto aclaratorios tomados del libro 'Cantos de combate y vida'; páginas 34, 35; ediciones JOVEN GUARDIA, // ya desaparecida //; JCE (M-L); C/ Arenal nº 1, 4º 1-28013, Madrid; el año de edición no lo vemos; aunque en lápiz aparece 'Irun 1986'; ignoramos si esa será una fecha correcta, pero podría ser aproximada, el lugar ya se lee que es Madrid)

(*) Ver: http://pt.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_M%C3%A1rio_Branco

miércoles, 19 de marzo de 2008

Mojammed Dib: 'Elementos, 2'

Mojammed Dib: 'Elementos 2'

Silencio tan fuerte de las piernas,
silencio de verdes espinas,
y de brazo rodeando el cuello.

Mi mujer contra el hambre
que no se puede arrancar,
con los párpados cerrados canta.

Aun nieva, todavía. La estrella
que mata el día sobre su cuerpo
está apagada, toda en cenizas.

Y grita junto a mi, ligera
boca ni pálida ni enrojecida.
Sirena de sangre que dormita.

martes, 19 de febrero de 2008

Cavafis

Cavafis


Si vas a emprender el viaje hacia Itaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni a fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante tí los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.

Itaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Itaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Itacas.



miércoles, 23 de enero de 2008

Dennis Brutus: Carta a Marta 2

Contra el racismo

2


Uno aprende pronto
que clavos y tornillos
y mayores piezas de metal
deben ser depuestas;
y viéndolas forjadas y filosas
te hielas, atónito
al ver qué cruel puede acabar siendo
—este simple y útil trozo del acero:
y al destellar de pronto estos cuchillos
—surgidos acaso de algún disciplinado esfínter
—uno capta al instante el horror fúlgido-acero
en el aire matutino
y qué blanda y vulnerable la desnuda carne.

Tomado de: http://belatreides.typepad.com/africa_log/

martes, 28 de agosto de 2007

Un pájaro sin color y sin nombre

Un pájaro sin color y sin nombre
ha replegado sus alas
y herido el único ojo del cielo.

Se posa en un árbol sin tronco
todo hojas
que ningún viento estremece
y del que no se cogen los frutos, con los ojos abiertos.


¿Qué incuba?
Cuando reinicie su vuelo,
son gallos los que saldrán,
gallos de todas las aldeas
que habrán vencido y dispersado
a los que cantan en los sueños
y se alimentan de astros.

Jean-Joseph Rabearivelo
(Del libro de poemas 'Traduit de la nuit'. Copiado del libro 'Diwan africano, poetas de expresión francesas'. Selección, prólogo y notas de Rogelio Martínez Furé. Editorial Arte y Literatura, Palacio del Segundo Cabo O'Reilly Nº 4, La Habana Vieja, Ciudad de la Habana (Cuba), 1988)

lunes, 8 de enero de 2007

César M. Arconada: DANCING

Dancing

por César M. Arconada
(Parábola, número 6, mayo 1928)


Y la tarde estará turbia de ojos negros.
Y el frío desbandará los brotes primaverales de los árboles.
Y los autos abrirán espesuras de distancia por el bosque de las
[sombras nocturnas.
Y la gente traficará. Vivirá. Llenará de minutos sus bolsillos.
[Sembrará pasos y elevará sonrisas.
Y todas las máquinas estarán dormidas en su domingo de anclaje.
Pero nosotros estamos ahora desvividos en fanales de música.
(Dancing. Farolillos de corazones. Ajedrez de amor en los
[manteles.
Frisos de ruidos. Risas. Oleajes. Pupilas de té.
Cabelleras rubia oxigenadas de melodías.
-Y la bella: bella. Y el bailarín: bailarín. Y mañana,
las mecanógrafas tendrán tinta de ojeras para las cintas de sus
[máquinas-.)

Mi frente en tu frente. Tu cuerpo en mi cuerpo. Uno en otro
Dentro de la concavidad de los ritmos.
El baile nos centra en su eje de aguas azules.
Flexiones y vuelos. Redondo periplo al margen de mesas
Habitadas por tribus de cristalería.
En tu frente noto el calor de las estrellas –altas- de tus sueños.
Y en las manos –Mecanógrafa mía- las pulsaciones de la máquina
[de escribir.
Llueven fusas de tango y desmayos de luces veladas.
-Y la rubia: rubia. Y el amante: amante. Y luego,
las costureras tendrán hilos de amor para coser sus sueños-.
Arriban a la comba de mis brazos –bahía en angostura-
Palpitantes perfiles, truncos de ritmos ágiles.
Los pies devanan música. Cantan fuego los corazones.
Años tiernos en tumulto. Agitación. Saltos. Alegría.
Todos tenemos en acción los émbolos del baile.
Apóyate en mis ojos. Los dos hemos andado kilómetros de abismos
Entre vientos de música y tráfico de apretadas parejas:
No sabemos si fuera bullirá igual el mundo,
Ni si se habrán borrado nuestros propios caminos...
-Y la joven: joven. Y el burgués: burgués. Y esta noche
todo dormirá –por fin- su ritmo de orden-.

CAMINAR CONOCIENDO, PÁGINA 13, Nº 9

BAILANDO CON LA VANGUARDIA


BAILANDO CON LA VANGUARDIA

Por Paz Díez-Taboada

Hace algún tiempo que, en el mundillo literario, hay un cierto afán por recuperar la memoria de algunas figuras literarias a las que la Guerra Civil u otras tristes vicisitudes apartaron de nosotros, para que no caigan en el negro olvido, al que tan proclives somos por estos pagos. Así, y no hace muchos años, la vallisoletana Ámbito editó una selección de la obra periodística del escritor Cesar M[uñoz] Arconada (Astudillo, Palencia, 1898; Moscú, 1964) (*), edición en que también se incluyen algunas de sus primeras muestras poéticas, publicadas en Diario Palentino, o “Dancing”, interesantísimo poema que vio la luz en Parábola, revista vanguardista castellana; y todos ellos anteriores a Urbe (Málaga, Sur, 1928), su primer poemario, próximo al surrealismo, al que siguieron Vivimos en una noche oscura (1936), Romances de la guerra (1937) y Dolores (1945), escrito ya en su exilio moscovita.
En el citado periódico de Palencia, el 16 de octubre de 1920, y bajo el epígrafe “Poesías de amor”, aparecieron “Contrastes”, “Y te quiero olvidar...” y “Su paso”. El primer poema –tres serventesios endecasilábicos asonantados en los pares y los dos primeros rematados en un heptasílabo posee un inconfundible tono becqueriano, pues el yo poético, dirigiéndose a una amada esquiva, rememora su petición de amor y la respuesta negativa y sonriente de ella, en contraste con el sí que, posteriormente, otorga llorosa a un mentiroso arlequín; y, a manera de epifonema, remata con una sentencia en la que equipara mujer y misterio. El segundo poema, también de estructura tripartita y métrica semejante –aunque aquí el quiebro del heptasílabo se encuentra en el tercer verso-, presenta la imposibilidad del olvido tras un pasado de amor, en el presente del desamor y aun ante el sueño de un ya imposible futuro amoroso; y si en el “cuando” que abre cada estrofa nos parece oír el eco de algunas rimas becquerianas –la XXV (“Cuando en la noche te envuelven...”) o la XXVIII (“Cuando entre la sombra oscura...”)-, es, sobre todo, en el “¡pero no puedo!”, ritornelo con que remata las tres estrofas, en donde creemos estar ante una paráfrasis del “¡No pudo ser!” de la rotunda rima XLI.
El tercer poema, en cuartetas consonánticas octosilábicas, es ya “otra cosa”. Tras los cristales de su hogar, el yo poético contempla un melancólico paisaje urbano, otoñal y crepuscular, y se muestra atento a la presencia de la mujer. Tanto por el asunto de la “proximidad de la amada” y, sobre todo, por el final en que ELLA –con mayúsculas- se hace presente, este “Su paso” de Arconada recuerda aquel poema del intimista Eusebio Blasco, fechado en París, en enero de 1870, que comienzo: “Son las tres; va a venir; me ha prometido // pasar toda una tarde junto a mí...; // todo la espera..., el cuarto perfumado...” y remata: “Me late el corazón; ¿será que llega?... // La seda oigo crujir... // Ya resuenan sus pasos temerosos... // Se acerca... ¡Ya está aquí!”.
Cuatro meses después de estos poemas intimistas de tono postbecqueriano, publica Arconada un primer artículo sobre “El Ultraismo” (5-II-1921) –única tendencia vanguardista genuinamente española, promovida por Ramón Gómez de la Serna, Rafael Cansinos-Assens y Guillermo de la Torre-. En él confiesa paladinamente: “estoy de todo punto conforme con la esencia del credo ultraísta, aunque yo no me clasifico así porque no me gustan los determinativos ni encasillados. Es preciso convencer a la gente [de] que la mayor parte de todos los versos que hasta aquí se han escrito no son nada más que un revoltijo de tópicos y de lugares comunes muy sonorizados, pero con un sonido muy de hojarasca”; y, en consecuencia, promete a sus lectores que en la próxima colaboración publicará unos poemas de corte ultraísta.
En efecto, el 9 de febrero y dedicadas a sus amigos poetas palentinos, ven la luz “tres composiciones ultraístas, entresacadas de un libro de poemas que preparo”, no obstante lo cual, no fueron recogidas en Urbe ni en poemarios posteriores. En “Desencanto”, “Amplitud” y “Dos palabras”, Arconada quiebra y disloca versos y ritmo, y trata de alejarse de manidas expresiones amorosas; pero se le escapan, por aquí y por allá, rimas descontroladas y el léxico y las imágenes siguen siendo tópicas y convencionales. Todavía el 6 de octubre y bajo el epígrafe “Sed”, publica otros dos poemas de intención semejante, “Triunfo” y “Voluntad”, que adolecen de lo mismo y, a mi entender, aún con menor acierto poético.
Sin embargo, tras estos intentos vanguardistas, el 3 de noviembre del mismo año y con el título “Tres fases”, aparece un poema, en serventesios decasilábicos,’ ’inconfundiblemente modernista; pero no a la luminosa manera rubendariana, sino próximo al blando “neorromanticismo” de Villaespesa o de ciertos poemas de Benavente. A la hora del crepúsculo y en un jardín con sus inevitables fuentes y frondas de Watteau, una pareja de amantes se dicen frases musicales, cantinela y madrigales: es el amor; luego, marchan unidos y encendidos por el deseo: un Orfeo que ¡ay! “canta canciones de podredumbre”; así que ya no hay “encuentro en la tercera fase”, porque roto el “epitalamio breve y risueño”, se ha producido el definitivo alejamiento. El “romántico vergel florido” es ahora un solitario jardín umbrío valleinclaniano: ha triunfado el Hastío.
Habrá que esperar algún tiempo hasta que la voz de Arconada se muestre madura y en línea con tonos y asuntos de las “vanguardias poéticas”, que cantaron elementos y actividades inconfundiblemente modernos como, por ejemplo, las máquinas y las fábricas, el telégrafo y el teléfono, el automóvil y el aeroplano, la fotografía y el cine, el deporte o el baile “siglo XX” –así, José Moreno Villa, en “Bailaré con Jacinta la Pelirroja” (1929), o Vicente Aleixandre, en “El vals” (1930)-. En “Dancing”, que desde el anglicismo del título anuncia su afinidad con el vanguardismo, exalta Arconada la alegría ruidosa y frenética de una sala de baile popular y multitudinaria en una fría tarde de domingo: “Y todas las máquinas estarán dormidas en su domingo de anclaje. // Pero nosotros estamos ahora desvividos en fanales de música”. El ambiente es un pandemonium de ruido y bullicio, de risas y música, de movilidad tumultuosa –“Agitación. Saltos. Alegría. // Flexiones y vuelos”- en que se agitan, pululan y palpitan “cabelleras rubias oxigenadas de melodías”, y la bella y el bailarín, la rubia y el amante, la joven y el burgués, mecanógrafas y costureras y el propio yo poético, en torno de “mesas habitadas por tribus de cristalería”, bajo la lluvia del tango y las “luces veladas”...

El “dancing” resulta ser, pues, un nuevo “locus amoenus”, un moderno paisaje idílico o un frenético paraíso artificial en que los amantes se encuentran y chocan arrebatados por los ritmos obsesivos y excitantes de la música moderna: “Mi frente en tu frente. Tu cuerpo en mi cuerpo. Uno en otro // dentro de la concavidad de los ritmos. // El baile nos centra en su eje de alas azules”. Sin embargo, la tarde de domingo es sólo un “impasse” reglamentado, porque el trabajo espera, agazapado, concediendo apenas una breve tregua... Aunque ahora tiene todos “en acción los émbolos del baile”, “mañana // las mecanógrafas tendrán tinta de ojeras para las cintas de sus máquinas... // Y luego, // las costureras tendrán hilos de amor para coser sus sueños. // Y esta noche // todo dormirá –por fin- su ritmo de orden.”

(*) De Astudillo a Moscú. Obra periodística. Estudio preliminar de Christopher H. Cobb. Valladolid, Ámbito, 1986. Ya en 1978, Akal, de Madrid, reeditó la novela Río Tajo (1938) que fue Premio Nacional de Literatura. La obra de Arconada ha sido el objeto de la tesis de doctorado de José A. Guerrero (Universidad de Málaga)


EN 'CAMINAR CONOCIENDO' PÁGINAS 14 y 15