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viernes, 28 de marzo de 2008

Charles Nokan: 'El tiempo ha arado'

Texto para una antología contra el racismo


*

El tiempo ha arado

de Charles Nokan (Zègua Nokan)



El tiempo ha arado mi frente
y desgastado mi dentadura.
Mis años caen como hojas de otoño.
El olor de su ceniza me invade.
El crepúsculo sombrío amanece
por el horizonte de mi vida.
Pronto llegará acaso noche gris
y ya no existiré, y eso sucederá
como si jamás hubiese vivido.
Mi hondo pensamiento no volará
ya más, nunca más, por encima
de este apagado universo.
¡Ay, no, la nada nunca olvida,
no, nunca olvida tender su velo!



(versión libre del poema de Charles Nokan 'El tiempo ha arado')

miércoles, 19 de marzo de 2008

Mojammed Dib: 'Elementos, 2'

Mojammed Dib: 'Elementos 2'

Silencio tan fuerte de las piernas,
silencio de verdes espinas,
y de brazo rodeando el cuello.

Mi mujer contra el hambre
que no se puede arrancar,
con los párpados cerrados canta.

Aun nieva, todavía. La estrella
que mata el día sobre su cuerpo
está apagada, toda en cenizas.

Y grita junto a mi, ligera
boca ni pálida ni enrojecida.
Sirena de sangre que dormita.

miércoles, 23 de enero de 2008

Dennis Brutus: Carta a Marta 2

Contra el racismo

2


Uno aprende pronto
que clavos y tornillos
y mayores piezas de metal
deben ser depuestas;
y viéndolas forjadas y filosas
te hielas, atónito
al ver qué cruel puede acabar siendo
—este simple y útil trozo del acero:
y al destellar de pronto estos cuchillos
—surgidos acaso de algún disciplinado esfínter
—uno capta al instante el horror fúlgido-acero
en el aire matutino
y qué blanda y vulnerable la desnuda carne.

Tomado de: http://belatreides.typepad.com/africa_log/

martes, 6 de noviembre de 2007

Charles Nokan: 'El tiempo ha labrado'

El tiempo ha labrado mi frente y desgastado mis dientes.
Mis años caen como hojas
de otoño.
El olor de su ceniza me invade.
El crepúsculo sombrío despunta por el horizonte de mi vida.
Pronto vendrá tal vez la noche gris,
y ya no existiré, y eso será
como si nunca hubiera vivido.
Mi profundo pensamiento no volará más por encima
del apagado Universo.
¡Ay, la nada nunca olvida
tender su velo!

Charles Nokan (Zégua Nokan)
(Traducción de Rogelio Martínez Furé)